TRANSGENERACIONAL Y OTROS CONCEPTOS

El genosociograma como fuente

Origen y definición

El tema transgeneracional se trata ya en los escritos bíblicos, aquí algunos ejemplos:

LAMENTACIONES 5:7 Nuestros padres pecaron, ya no existen, y nosotros cargamos con sus iniquidades.

JEREMÍAS 21:29 Los padres comieron uvas verdes y a los hijos les rechinan los dientes.

JUAN 9:1 Maestro, ¿Quién pecó para que este naciera ciego, él o sus padres?

La herencia psíquica no se da solamente entre una madre o un padre y su hijo, en cuyo caso se trataría de la influencia intergeneracional, sino que también existen influencias de generaciones anteriores en el desarrollo y en la estructuración psíquica de un nuevo ser; en este último caso, es cuando hablaríamos de la influencia o herencia transgeneracional.

Es decir, lo transgeneracional comprende aquella información inconsciente que el clan familiar transmite a toda su progenie para que un conflicto silenciado en la familia se pueda resolver en generaciones posteriores.

En consecuencia, en el análisis transgeneracional se tiene en cuenta el proceso psíquico genealógico del paciente y se pretende poner en perspectiva la historia de la familia y comprenderla, que la persona asuma el rol que le corresponde para resolver de este modo las situaciones excluidas de la conciencia familiar y las creencias que las sostienen.

Habitualmente, estas transmisiones afectan a dos, tres o más generaciones, en las que la adquisición de una información construida por los ascendientes es expresada por un miembro de una generación posterior en forma de síntoma.

DEFINICIÓN
Lo más correcto sería decir legado transgeneracional, herencia transgeneracional, estudio transgeneracional, terapia transgeneracional, etc. pero aun siendo un adjetivo “generacional” lo hemos sustantivado “LO TRANSGENERACIONAL”, el prefijo TRANS significa “al otro lado”, “a través de”. Si habláramos de lo INTER GENERACIONAL nos estaríamos refiriendo lo que ocurre entre dos generaciones, por ejemplo padres e hijos, y lo transgeneracional sería, todo el legado material e inmaterial que recibimos de generaciones pasadas, todos los aspectos de nuestra vida que nos vinculan con personas y acontecimientos que dejaron una huella o un vacío, y esa memoria resuena en nosotros y modula nuestra vida actual.

EL GRUPO DE PARÍS

En los años 1970, un grupo de psicoanalistas entre los que se encontraban Nicolas Abraham, Mária Török, Françoise Dolto, Anne Ancellin Shützenberger y Didier Dumas, se reunía todas las semanas para hablar e investigar sobre este tema.

Nicolas Abraham y Mária Török trabajaban en el Hospital Psiquíatrico de París y tuvieron la idea de analizar el relato de los delirios que presentaban los niños psicóticos. Al contrastar el delirio con los padres del enfermo observaron que, en todo delirio, había aspectos reales y otros completamente delirantes. A partir de aquel momento trabajaron con la hipótesis de que, en realidad, el niño presentaba una problemática familiar transgeneracional. Entonces empezaron a hablar del «inconsciente del clan», el inconsciente familiar: el niño que deliraba era el representante de una carga emocional ajena. Entonces empezaron a hablar del inconsciente del clan, el inconsciente familiar.
Aquí encontraron un repertorio de cosas que todas tenían un denominador común. El niño que está ahí delirando es el representante de una carga emocional que no ha sido manejada en tiempo real. Fue así como Nicolas Abraham y Maria Torok, introdujeron la noción del fantasma y la cripta para referirse a secretos familiares que se guardan. Así el secreto se instala en la primera generación, la segunda lo ignora y de alguna forma se escapa en generaciones futuras, se oculta en una “cripta” y sale como un “fantasma” en forma de sufrimientos, pesadillas, enfermedades graves, accidentes…
Este descubrimiento surgió trabajando con enfermos que decían haber hecho cosas sin saber por qué las habían hecho, es decir que habían hablado o actuado como si fueran otra persona. Dedujeron entonces que muchas veces un “fantasma” de la familia utiliza a algún miembro de su descendencia, y habla a través de él como si se tratara de un ventrílocuo, e incluso llega a moverle a hacer cosas. La idea de la cripta surge entonces de algo que sale de la tumba mal cerrada de un ancestro. El denominador común es la vergüenza, de decir algo que ha pasado en el clan. ¿Qué vamos a esconder en el clan?:
• Asesinatos
• Suicidios
• Robos
• Herencias
• Adulterios, incestos, violaciones, enfermedades venéreas, hijos fuera del matrimonio, los abortos escondidos, …
• Los discapacitados
• Los locos.
• Las muertes de niños, los muertos de los que no queremos hablar porque es demasiado difícil –síndrome del yaciente-
Estos secretos son cosas de las cuales no se debe hablar, no hay que decirlas ni escucharlas.
Cuando se habla del “fantasma”, esto es en realidad solo una metáfora que no significa que los difuntos vuelven para asediarnos, sino que lo que vuelve son los vacíos que han dejado dentro de nosotros esos secretos familiares, y que finalmente terminan expresándose como palabras o actitudes que no terminamos de comprender y que afectan nuestra vida cotidiana.

“Los muertos no tienen nada que decirnos, es nuestro narcisismo el que lo necesita” Tony Soprano a su hermana Janice

Con el estudio transgeneracional vamos a acompañar al cliente a identificar su cripta y a liberar su “fantasma”, para que pueda seguir su vida en paz y al mismo tiempo libere a su descendencia de esta pesada carga.
¿Cuáles son algunos de los síntomas que experimenta una persona que carga con un “fantasma” (también conocido como yaciente)?
Antes de exponer el listado de posibles síntomas o manifestaciones, queremos recordar que se trata aquí de tendencias y no de leyes. No todas las personas que presenten alguno de estos comportamientos necesariamente cargan con un “fantasma”.
A nivel de discurso: suelen ser personas bloqueadas en la tristeza y la soledad; tímidos, de voz baja (para no despertar simbólicamente a los muertos) y lentos en sus acciones; afirman habitualmente que “no viven su vida”, “siento que estoy dividido en dos”, “tienen la impresión de ser muertos vivientes”, “no son capaces de encontrar el placer de la vida”.
A nivel físico (patologías): rigidez física/mental (rígido como un muerto); esclerosis en placas; parálisis; enfermedades reumatoides; apneas del sueño; sobrepeso (incorporo al muerto en mí); bruxismo/sonambulismo (por la noche el muerto toma el control); niños y adultos hiperactivos (hay que dar movimiento al muerto).
Vestimenta: estas personas visten de negro o gris oscuro con muchísima frecuencia (en las culturas asiáticas el equivalente sería el blanco).
Profesiones: actores (interpretan otros papeles); anestesistas; enterradores, forenses, funerarias; fisioterapeutas (da movilidad al muerto), etc.
Sensación corporal: personas extremadamente friolentas (muerte simbólica), frío interior
Nombres: Renato, Encarnación, Viviana, Natividad (un drama vivido en los nacimientos), Salvador, nombres de ángeles…
Por fechas: personas en afinidad entre su fecha de nacimiento/concepción con la fecha de defunción de un familiar que no conocieron.
Estos fenómenos de los secretos de familia, han sido objeto de numerosas observaciones y los estudios muestran que son estadísticamente significativos.
Varias hipótesis circulan actualmente, pero siguen siendo hipótesis, metáforas. Ciertos terapeutas lo ven como un ejemplo de transmisión de un recuerdo de inconsciente a inconsciente, siendo este recuerdo el vínculo que une un objeto (tiempo, lugar, tema) con una emoción, un sentido.
En cierto modo el ser humano es la suma de sus recuerdos emocionales, personales, familiares y culturales.

 «Porque la sangre que heredamos no es nada más que la que traemos al llegar al mundo, la sangre que heredamos está hecha de las cosas que comimos de niños, de las palabras que nos cantaron en la cuna, de los brazos que nos cuidaron, la ropa que nos cobijó y las tormentas que otros remontaron para darnos vida. Pero, sobre todo, la sangre se nos teje con las historias y los sueños de quien nos crece», Ángeles Mastretta (La sangre que heredamos).

Yo añadiría que nuestra sangre tiene las historias y los sueños de nuestros ancestros que nos permiten crecer, y crecen ellos a través de nosotros, la vida nos da la oportunidad de contemplar sus historias, las difíciles y la de éxito, aprovecharlas cuando sea posible, y añadirles belleza a las que fueron difíciles, somos lo que ellos fueron, somo la oportunidad de embellecer su destino, si algo sale bien en nuestra vida, será para honrarlos.

FREUD
En Tótem y tabú Freud se pregunta acerca de la necesaria continuidad de la vida psíquica en las sucesivas generaciones; de lo contrario, nos veríamos obligados a comenzar desde un principio el aprendizaje de la vida, lo cual excluiría toda posibilidad de progreso en este terreno. Esta pregunta es tan actual como hace un siglo y constituye un punto de inicio para retomar, repensar y ampliar la hipótesis filogenética que sostenía el fundador del psicoanálisis.

Este cuestionamiento nos suscita una reflexión sobre los antepasados y el lugar que ocupan en nuestras vidas, sobre las identificaciones que establecemos con ellos, así como sobre su legado.

Advertimos que la herencia de nuestros antepasados conlleva un peso importante y nos configura como seres humanos. Esto nos hace plantearnos inquietantes preguntas: ¿Qué efecto tienen aquellas vivencias o acontecimientos que no pudieron ser procesados en el psiquismo? ¿Podría ser un apoyo para el análisis tener en cuenta cómo han afectado los traumas de las generaciones anteriores? ¿A través de qué mecanismos se efectúa la transmisión?

Si Freud estudió el inconsciente personal y C.G. Jung el inconsciente colectivo. Estos descubrimientos nos conducen al inconsciente familiar.

IVAN BOSZORMENYI-NAGY
Es importante para nuestro trabajo porque Bert Hellinger tomó de él, el concepto de LEALTADES INVISIBLES, además fue el primero que hizo énfasis en el libro de cuentas de las familia, la justicia, mandatos y supervivencia familiares, y sobre todo aporta la idea del equilibrio entre dar y tomar.

APLICACIÓN TERAPEUTICA
Lo que es sorprendente es que el heredero del secreto familiar no deja de presentir o adivinar que algo sucedió, a un nivel inconsciente sabe exactamente qué sucedió, dónde y cuándo. Y guarda estos elementos en su inconsciente.
En terapia, un criterio que nos permite seguir la pista de un secreto de familia es la desproporción entre un acontecimiento y la reacción emocional que conlleva.
Otro criterio es el carácter irracional o compulsivo de las reacciones. Las personas que tienen la impresión de hacer cosas a su pesar, de no poder controlar sus reacciones, ser el juguete de sus emociones. Todos estos automatismos, comportamientos irresistibles, a actitudes de fracasos repetidos, en que la persona entra en contacto con una emoción desbordante, son indicios que pueden orientarnos a una posible lealtad sistémica.
A menudo es más sencillo de lo que creemos el hecho de liberarse de los secretos de familia. Puesto que, aunque se trate de acontecimientos atroces, innombrables, el hecho de expresarlos, de sacarlo fuera hace que deje de estar en el lado oscuro de la mente. Una vez la palabra es expresada, una vez la toma de consciencia es verbalizada, deja de ocupar el inconsciente. Las constelaciones familiares son una vía privilegiada para darle sitio, contemplación y honra a esos acontecimientos, y en esa contemplación, la posibilidad de la libertad. LOS SECRETOS TIENEN FUERZA y lo que da fuerza a los secretos es su carácter inconsciente, escondido, no dicho y que opera en la sombra.
Imaginemos que hay un suicidio tres generaciones arriba, es un acontecimiento que, si se guarda, estará en una cripta, oculta pero presente y disponible para los posteriores miembros del clan, quienes tienen la posibilidad de devolverle el sitio al acontecimiento oculto, a la persona excluida, imitándole…. O reparándole.
Así empezaron a tratar a los pacientes psicóticos, no solo con el niño, sino con toda la historia familiar. Y ahí empezaron a tener resultados mucho más importante. Así nació el Transgeneracional en psicología.
Anne Ancellin Shützenberger se le ocurrió escribir un libro para un gran público, “¡Ay mis ancestros!”, en 1985, y mucha gente se interesó por esto. Primero se basaron en este libro y poco a poco, cada uno hizo su trabajo.

Cuando exploramos lo transgeneracional, es interesante reflexionar en las “afinidades” para ello nos sirven las reflexiones del Dr. Salomón Sellam.

Salomón Sellam y algunas aportaciones transgeneracionales

En el libro “El sentido oculto de los desórdenes amorosos”, el Dr. Sellam nos explica una multitud de casos que confirman la psicología transgeneracional como un descubrimiento empírico, fruto de la investigación clínica: “Los flechazos con o sin electricidad, los amores locos, las almas gemelas, la atracción, la repulsión, las separaciones, los divorcios, las relaciones más o menos tumultuosas, el adulterio, las dinámicas complementarias en la pareja, la disminución de la frecuencia de las relaciones sexuales”, son algunos de los muchos motivos de consulta en los que podemos ver la influencia transgeneracional en la relaciones de pareja. Las posturas vitales se sostienen con muchas memorias, y es evidente que cualquier dificultad en la vida o la pareja, es multicausal, sin embargo, en los asuntos vitales, como la vida y la muerte, las enfermedades, el éxito y el fracaso y por supuesto la pareja, la memoria transgeneracional tiene un peso muy importante.

La psicología transgeneracional, amplía la comprensión de la dinámica psicológica dentro de nosotros, nos permite comprender más fácilmente cómo funciona el inconsciente, y es una herramienta accesible para todos, para psicólogos por supuesto, pero también para otro tipo de lectores interesados. Al tratarse de un libro sobre “desórdenes amorosos”, la psicología transgeneracional se muestra como una herramienta que permite una mejor comprensión en el estudio de la transferencia/contratransferencia en los desórdenes amorosos.

En este libro, el autor propone un método sencillo y rápido aplicable a tu propia historia. De esta manera, muchas veces observando nombre y fechas del árbol genealógico, el adulto puede comprender el lugar inconsciente que el sistema le ha asignado dentro de su familia, podrá comprender con quien tiene afinidad, se podrán localizar rápidamente las identificaciones parentales infantiles que subyacen a la creación del expediente de reconocimiento amoroso, esencial a la hora de encontrar pareja en el futuro. Por ejemplo, en los incestos simbólicos en los cuales, poco a poco van generando una disminución, o incluso a una interrupción total de las relaciones afectivas y.… sexuales, lo cual puede explicar ciertos desórdenes amorosos. Hablamos de incesto simbólico cuando somos dobles por fecha de nuestra pareja (lo que nos convierte en gemelos simbólicos). Para el inconsciente es como si se mantuvieran relaciones dentro de la misma familia. Este conflicto puede estar activo o no. Y en los casos en los que está muy activo hay problemas de relaciones sexuales. 

Conozco una pareja: Él se llama Pablo, ella se llama Aurelia; nacieron el mismo día del mismo año, 14 diciembre de 1974, tienen dos hijos, el niño mayor se llama Aurelio, la niña menor se llama Paula.

Es importante que volvamos a señalar que lo transgeneracional, es una memoria más entre varias, (a veces la más potente) que sostienen la postura vital que tenemos.

Está claro que nuestra infancia nos condicionará toda nuestra psicología. Las relaciones humanas que establecemos en la vida adulta tienen relación estrecha con las relaciones que teníamos en nuestra primera infancia en nuestro entorno familiar. Freud puso atención en este aspecto. Durante la infancia nos proyectamos sobre nuestro padre, nuestra madre, nuestro hermano… y vamos a estar buscándolos toda nuestra vida.

A veces los encontramos a la primera o bien los buscaremos constantemente. Lo más importante es detectar con quién nos identificamos cuando éramos pequeños para que las relaciones de hoy en día nos permitan tomar distancia cuando aparezca algún problema, ya que nuestra pareja nos vuelve a conectar con ese personaje. En el 50% de los casos la hija va a buscar a su padre. En el 50% de los casos el hijo buscará a su madre.

Pero hay otros casos, el Edipo o Electra invertidoel niño que busca a su padre o la niña que busca a su madre, también podría haber una búsqueda de los abuelos (muchas veces esto se detecta en relaciones donde existe mucha diferencia de edad). BUSQUEDA DE LA MADRE, en algunos casos donde un hombre mayor busca una jovencita (las mujeres mayores ya no pueden tener hijos), etc.

TIPOS DE AFINIDADES SEGÚN EL DR. SELLAM

Las afinidades naturales: yo tengo una afinidad natural con todos los miembros de mi clan. Imagínense que un día alguien llama a la puerta y les dice: – ¡hola!, yo soy el hijo del primo segundo que se ha casado con su tía -. En su cabeza no han entendido nada, pero ya saben que forma parte de vuestro clan. Entonces le dejan pasar. Por el contrario, viene un chino y dice que vende aspiradoras, y cerramos la puerta. El clan es el árbol genealógico con todo el mundo: primos, tíos, hermanos del tío, mucha gente en el clan. Quien tiene este tipo de afinidad en sus relaciones, probablemente tendrá una pareja simétrica.
La afinidad afectiva: por ejemplo, si el abuelo es quien os ha criado, hubo mucha ternura, cuando erais pequeños ibais mucho a su casa. también puede ser un tío/a, porque, por ejemplo, mi padre no me quiere y me acoge mi tío/a, o un vecino, que puede ser como un padre o un hermano simbólico de la familia. Puede ser un profesor, alguien que tiene mucha importancia en vuestra vida.
Afinidad freudiana: Esto se ve sobre todo a nivel de pareja: Edipo, Electra, etc.
Afinidades transgeneracionales: es un lazo, a menudo inconsciente, que puede ser visualizado por un punto específico en el árbol genealógico. Y es lo que vamos a buscar para poder relacionar a dos personas a nivel Transgeneracional.
En función de la problemática de la de la persona, a veces es la afinidad afectiva que es muy importante. A veces es la afinidad Freudiana es la más importante y otras veces es la Transgeneracional.
Las lealtades transgeneracionales, aparecen cuando las personas tienen síntomas, bloqueos, dificultades, desgracias, etc. obviamente quien tiene una vida feliz, muy probablemente no tenga necesidad de explorarlo, a menos que quiera aportar consciencia, ordenar su casa para dejar a los posteriores un espacio más iluminado.
Las lealtades sistémicas, podemos duplicarlas o repararlas, y en algunas ocasiones ambas cosas a la vez, muy probablemente todos los que nos dedicamos a aliviar el sufrimiento humano estamos reparando. Esa transformación, reparación, repetición etcétera, tiene varias posibilidades:
• A través de la profesión, pasión (hobby)
• A través de los hijos
• A través de las relaciones, específicamente de los amores, a veces de amigos.
• También puede repararse a través de una enfermedad orgánica, funcional (cuando en las exploraciones médicas no se encuentra nada) o psicológica (cuestionamientos existenciales), o psiquiátrica.
Reparamos a través de los hijos ¿Por qué? Porque la carga emocional es tan grande que necesitamos un apoyo. Y lo que es fantástico es la precisión del calendario de los nacimientos, de los nombres.
Cuando se piensa en engendrar un hijo, hay muy poca gente que calcule cuando quieren quedarse embarazados, quizás los profesores calculan porque tienen un condicionamiento en el calendario escolar. Generalmente es nuestro inconsciente el que calcula para nosotros. Veréis que la fecha de nacimiento, la fecha de concepción es muy sorprendente, nos aportará mucha luz ver cómo nos relacionamos con fechas concretas, y que a veces tienen que ver con nuestra fecha de nacimiento. Un acontecimiento lleno de desgracia de nuestra historia familiar lo intentaremos repararlo con nuestra profesión, con el proyecto que tenemos para nuestros hijos, a veces es muy obvio el relevo que les hacemos; incluso nuestra pareja está relacionada con aquel acontecimiento, mis enfermedades, etc. De tal manera que intentaremos aportar claridad a nuestro bloqueo actual relacionándolo con acontecimientos dolorosos en otras generaciones. Por supuesto no siempre tenemos la oportunidad de conocer el hecho concreto, es por ello por lo que las constelaciones familiares son una herramienta fascinante para permitirle al alma de una persona conectar con el acontecimiento con el que está unido su situación actual.

Cuando el problema actual es un síntoma, habrá que buscar el bioshock que originó el síntoma, ese desencadenante es el que nos permite entrar a la conexión transgeneracional, aunque debemos decir que la nueva medicina germánica no toma en cuenta lo transgeneracional, para ellos cada persona tiene sus conflictos personales.

UN EJEMPLO DEL DR. SALOMÓN SELLAM

Una mujer médica, 35 años, muy guapa, tiene un acné muy importante en la cara. Se pone muchas capas de maquillaje, pero después de trabajar con muchas cosas, nada le funciona. Es médico, por tanto, lo ha probado todo: los antibióticos, dermatología, etc. Como lo ha probado todo, estamos en derecho de pensar que hay una causa psíquica. Voy a buscar en su historial y no hay nada especial, solo que ha cambiado el apellido. Tiene un nombre francés muy corriente, pero cuando ella nació su nombre era Alawi, de origen del Magreb. El abuelo era de Argelia, el padre nació en Paris, habla como un parisino, se viste como un parisino, pero cuando le ven la cara ya saben que no es parisino. Cuando buscaba trabajo, por teléfono iba todo bien, pero, cuando daba su nombre, se le cerraba la puerta. Les hablo de los años 60, había mucho racismo en Francia. Él se dijo que una manera de cambiar esto era cambiar el nombre. Supongo que aquí es igual, en Francia para cambiar el nombre hay que tener serios argumentos. Llamó tanto la atención con su problema, que el cambio fue aceptado. Dijo a sus hijos que podían escoger entre guardar el nombre antiguo o cambiarlo por el que él había escogido. Y todos cambiaron de nombre. Ella comprendió por qué el acné. El acné es una inflamación de la dermis y la dermis es la integridad física. Ella hacía un conflicto en relación con su padre: su padre tenía el problema con su físico, pero ella, al manifestar el acné, era una resolución del problema paternal. Un conflicto de identidad.

El trauma de la guerra civil y su transmisión transgeneracional

España tiene una potente memoria sistémica en la tragedia de la guerra civil, es una memoria viva porque de alguna manera ha sido silenciada, ha habido mucho ruido al respecto de la guerra civil, sobre todo político, se ha hecho mucho cine con la temática de la guerra civil, sin embargo, ha hecho falta un memorial interno de reconocimiento, asimilación y trascendencia del dolor de haberse enfrentado entre hermanos.

En México ocurre algo similar, la memoria sistémica de la revolución mexicana fue utilizada muchas décadas por el partido en el poder, pero nunca se ha hecho un memorial interno, una contemplación respetuosa de la gran tragedia. Se puede ver con cierto asombro que muchos de los sitios donde ya hubo “guerra” son los mismos que en la actualidad están en “guerra” con otras denominaciones, especialmente el narcotráfico.

Hay muchos pensadores que empiezan a reflexionar la transmisión transgeneracional de las tragedias, aquí pongo algunos ejemplos:

Joahn Galtung nos habla de las tres tareas esenciales tras una guerra: reconstrucción tras la violencia, reconciliación de las partes y resolución del conflicto. En España sólo se ha llevado a cabo la primera, sigue habiendo la dicotomía entre “derecha e izquierda”; “progresista y liberal”, “república y franquismo”, etc. y que en el fondo está incrustado en un arquetipo arcaico de “ideales e intereses”, “libertad y orden”, etc. el resultado es que La sociedad no ha podido ventilar la rabia, la humillación, la vergüenza y la culpa.

Chaim Shatan habla de la “conspiración del silencio” los hechos dolorosos se silencian, las experiencias vividas tienden a olvidarse y sin embargo son los posteriores los que llevan estos acontecimientos a su vida cotidiana. También nos habla del DUELO CONGELADO, esa incapacidad por parte de los supervivientes del trauma de experimentar ninguna emoción, particularmente acerca de sus pérdidas. Es un tipo de anestesia emocional. Pueden describir los hechos acerca de la pérdida sin acompañarlos de tristeza. El autor lo considera como una reacción de defensa ante un extraordinario dolor.

Jonathan Kellerman, hablando del manejo social de los protagonistas del trauma dice: “Ellos son, no solamente olvidados, también escondidos y rechazados, indicándoles que guarden para sí mismos sus experiencias porque ellos llevan un mensaje de vergüenza y vulnerabilidad muy desestabilizante para muchos. Parece algo universal (aunque no bueno) el que la sociedad quiere sacar el recuerdo del trauma fuera de la conciencia (y de la memoria) durante este tiempo de reorganización… Tras un período de silencio aparente, en el cual los recuerdos han sido enterrados o almacenados, surgen repentinamente con fuerza. Algunas veces saldrán como resultado de un acontecimiento precipitante que recordará a la sociedad que lo viejo no ha sido suficientemente resuelto”. Es común que los niños alemanes jueguen con batallas inspiradas en la segunda guerra mundial, en España no ocurre, porque era una guerra entre vecinos, entre hermanos.

Volkan, nos habla del concepto del trauma elegido por medio del cual el trauma se mantiene en la memoria del grupo:

“Puede transformarse en un importante marcador de identidad del grupo social afectado. Años, incluso siglos después, cuando el grupo social enfrenta nuevos conflictos con nuevos enemigos, reactiva el trauma elegido para consolidar y reforzar la identidad amenazada del grupo social”.

Posiblemente en España coexisten ambos elementos: la conspiración de silencio que se ha dado durante muchos años y que ahora empieza a despertar, y el trauma de guerra como elemento aglutinador de los grupos políticos.

Muchos de los que estamos vivos en la actualidad, vivimos una especia de culpa del sobreviviente muy obvio en el caso de aquellos descendientes de sobrevivientes concretos de la guerra civil y una especie de memoria colectiva inconsciente, de esta manera las palabras de Elle Wiessel nos aportan claridad: “Los corazones de los supervivientes han servido de cementerio para los conocidos y desconocidos muertos del holocausto que fueron convertidos en cenizas y para los cuales no hay tumba. No solo los supervivientes, también sus hijos comparten este sentimiento”.

Los supervivientes pueden necesitar no cerrar el duelo como un testimonio de los crímenes. Esto puede ser reforzado por el clima social y las necesidades de los grupos políticos de mantener la herida abierta.

LAS FAMILIAS DE LOS AGRESORES

En España, se puede ver el no querer saber o no querer preguntar acerca del pasado de los padres como participantes en los asesinatos a civiles. Los llamados “cuneteros” o “matones”. Algunos agresores utilizan el mecanismo de desrealización, semejante a la de una situación postraumática. Se vive lo acontecido como lejano e irreal, como quien ha visto una película. De esta forma, algunos pueden hablar a sus hijos de los crímenes.

Algunos hijos y nietos de nazis se han identificado con sus antecesores creando una historia falsa, que negaba el Holocausto. Otros no han podido identificarse con ellos buscando madres o padres sustitutos. No es raro que el terapeuta adopte esta función.

TRANSMISION DEL TRAUMA

Ancharoff establece cuatro diferentes mecanismos de transmisión del trauma: SILENCIO, que excluye el dolor y que paradójicamente es el mecanismo más eficaz de asegurar la continuidad de un pasado familiar trágico.
EXCESIVA APERTURA que de alguna manera se trata de “parlotear” sobre la tragedia sin emoción, sin dar oportunidad a experimentar el sentimiento.
IDENTIFICACIÓN muchos que nacen posteriores a una tragedia, pareciera que tuvieran la misión de compensar ese dolor, cuidar a veces con exceso a aquellos en los que proyecta el dolor familiar, vivir las injusticias cotidianas como si de la misma guerra se tratara, etc.
REPETICIÓN, es decir repetir el trauma, de manera real o de manera simbólica; Schützemberger  habla acerca del síndrome del aniversario: “Si un trauma no ha sido suficientemente hablado, reconocido y expresado en el momento que se ha producido, restos de este vuelven a la superficie en la familia tras 50 o 100 años. Es como si la línea familiar incorporase el horror no expresado para ser transmitido a los descendientes”.

En otro texto, nos habla de las lealtades invisibles: “continuamos la cadena de las generaciones y pagamos las deudas del pasado; hasta que no se “borre la pizarra” una lealtad invisible nos empuja a repetir, lo queramos o no, lo sepamos o no, la situación agradable o el acontecimiento traumático, o la muerte injusta, incluso trágica, o su eco”.

Decía Francoise Dolto (citado por Schützemberger, 2002) que: “lo que se calla la primera generación, la segunda lo lleva en el cuerpo”.

LA TERAPIA SISTÉMICA CON CONSTELACIONES FAMILIARES es una vía sanadora mediante la cual podemos RECONOCER, RECOGER Y RESIGNIFICAR el trauma.

Es importante decir, que la búsqueda de las fosas para realizar un ritual de enterramiento adecuado es una buena manera de sanar esa memoria sistémica, y podemos ver como cuando un descendiente de aquellos participan y viven el funeral como si hubiera ocurrido el día anterior.

DEL ARBOL GENEALOGICO AL GENOSOCIOGRAMA

Anne AncelineSchützenberger fue quien acuñó el término Genosociograma, es el mismo árbol genealógico, pero en el cual, priorizamos acontecimientos extraordinarios: personales, familiares y sociales; y sobre todo Identificando los vínculos que establecemos con esos hechos. las circunstancias históricas y culturales vividos por nuestros antepasados, tales como la guerra, las migraciones, las hambrunas, las sequías, los acontecimientos telúricos, etc. Se transmiten en información, una información “psico histórica” que va más allá de lo genético, de tal manera que la biografía (personal y colectiva) se convierte en MEMORIA DISPONIBLE PARA EL SISTEMA. La biografía se hace biología

Algunos ejemplos del Dr. Vicente Méndez donde se puede ver la influencia transgeneracional en los síntomas.

NOTA PREVIA: Todas las posturas vitales se sostienen con muchas memorias, es decir, en una dificultad laboral es evidente que tomamos en cuenta la realidad social, el probable guion inconsciente de “fracasado” del cliente, su historia con sus padres, sus experiencias infantiles, etc. y por supuesto lo transgeneracional. En los siguientes ejemplos, están presentes todo lo que la nosología médica puede aportar, el hecho de que pongamos el foco en lo transgeneracional no excluye otras memorias, nos centramos en la memoria transgeneracional porque es el objeto de nuestro estudio actual.

NARCOLEPSIA “Dormir para el abuelo”
Un paciente italiano desde niño tiene la obsesión de venir a vivir a España, explorando su historia familiar, vemos que su abuelo fue parte del El Corpo Truppe Volontarie. Militares enviados por Mussolini para ayudar a Franco, su abuelo participó en la batalla de Guadalajara, al poco tiempo de nuestra entrevista, encuentra un diario donde el abuelo escribe: “No puedo dormir”. Este nieto estaba durmiendo para su abuelo.

SÍNDROME DE LAS PIERNAS INQUIETAS “Huir como el abuelo”
Se trata de un paciente catalán, en la historia familiar está el hecho de que su abuelo fue alistado como muchos adolescentes en la QUINTA DEL BIBERÓN, desertó y estuvo huyendo mucho tiempo, no se enteró a tiempo que la guerra había terminado y seguía huyendo.

UNA PSORIASIS RUSA “abrigar a los pobres”
Una paciente ha hecho tres constelaciones (intervenciones sistémicas) con cinco años de diferencia en cada constelación. En la primera hablamos de la separación que tuvo con su padre primero siendo una jovencita, pues él murió, y luego una separación con su país y su madre pues se vino a vivir a Barcelona.
A los cinco años vuelve a tener un brote que coincide con dificultades muy grandes para encontrar una vivienda en Barcelona, vemos en su historia familiar como su familia había emigrado a Kazajistán, al disolverse la URSS la familia volvió a Rusia y tuvieron dificultades para encontrar un hogar.
A los cinco años vuelve a tener un brote, coincide con dificultades laborales, investigamos un poco más en su genosociograma, proviene de familia de escasos recursos, en la familia siempre se habla de lo duro que eran los inviernos “en otros tiempos”, “la gente se moría de frío”. Ella es costurera y una de sus actividades es hacer abrigos en Barcelona.

ANSIEDAD Y PALPITACIONES “Una fábrica de bombas en el corazón”
Una paciente de Barcelona con ansiedad, palpitaciones, El abuelo sindicalista de la CNT era encargado de fabricar granadas y bombas.

NIÑA CON UTERO DE ADULTO “Ser una adulta pronto para ser madre y tener hijos”
Una niña Nace con Útero y ovario izquierdo de adulto, vello púbico y axilar. Acude porque tiene graves neumonías desde su nacimiento.  Su madre perdió a su madre (abuela de la niña) siendo un bebe, y hay muchas niñas muertas en el sistema de la madre.

DEFICIT DE IG A, DÉFICIT DE ATENCIÓN “Yo os mantengo con vida”
Una niña que traen por neumonías de repetición. Ambos padres estuvieron gravemente enfermos siendo unos niños, una hermana mayor de la madre murió siendo niña antes que la madre naciera.

APENDICE: Síndrome del aniversario

El concepto del Síndrome del Aniversario fue creado por Josephine Hilgard. Con sus estudios clínicos y el desarrollo de este concepto, Hilgard fue pionera en el estudio de la enfermedad no sólo como activación de conflictos emocionales sino también como un fenómeno de repetición cíclica transgeneracional que desvela lealtades e identificaciones entre miembros de un clan pertenecientes a distintas generaciones. Los trabajos de Hilgard han sido continuados y profundizados después por otros estudiosos, como la psicoterapeuta francesa Anne Ancelin Schützenberger, persona clave en el desarrollo de la psicogenealogía y del transgeneracional.

Este concepto, hace referencia a las memorias e informaciones presentes en el inconsciente familiar de un clan que se activan y se repiten cíclicamente coincidiendo con fechas, eventos significativos o situaciones concretas. Se trata de una carga transgeneracional inconsciente con el objetivo de unir, de dar cohesión al clan y al relato familiar. Aunque algunos terapeutas consideran que ese inconsciente corresponde solamente a sucesos traumáticos no asimilados o no digeridos, mi experiencia y punto de vista es que la cadena de repeticiones no solamente es traumática, también puede ser jubilosa, es decir, la lealtad sistémica va más allá de la tragedia.

Estos patrones repetitivos en el sentido traumático aparecen cuando hay un duelo pendiente, un trauma que generó una memoria potente en la familia, cuando hay un secreto familiar, cuando alguno de los miembros ha sido excluido porque su historia avergüenza, entristece y ensombrece al clan.

El síndrome del aniversario es una de las muchas maneras que tenemos de PERTENECER y gracias a él, repetiremos fechas de nacimiento, de muerte, nombres, acontecimientos familiares, etc.

Cuando lo que sostiene el síndrome del aniversario, es doloroso, esa memoria inconsciente se transmite de generación en generación buscando nuevas oportunidades para quedar resuelta, mediante la reparación, la comprensión, la integración o simplemente para trascenderla; de esta manera, el Síndrome del Aniversario es una memoria que nos vincula a fechas, edades, acontecimientos dolorosos, acontecimientos jubilosos, grandes celebraciones, historias de dolor, eventos traumáticos, situaciones vergonzosas, y un largo etcétera que se van guardando en el inconsciente familiar.  

Frecuentemente, el Síndrome del Aniversario está relacionado a los cumpleaños o a la edad. Personas de una misma familia a las que cuando alcanzan una edad determinada les suceden cosas similares, como divorcios, accidentes, enfermedades, cambios de lugar de residencia o incluso la muerte. Mujeres que, por ejemplo, son madres a la misma edad que tenía su madre cuando ellas nacieron. Conozco el caso de un hombre que su padre les abandonó cuando el padre tenía 30 años, cuando mi paciente, el hijo de aquel hombre que les abandonó cumplió 30 años, dejó embarazada a una mujer, sus circunstancias sociales no le permitieron hacerse cargo del hijo, estaba abandonando a un hijo a los 30 años, la misma edad en la que su padre le abandonó a él.

En la primavera del año 2003, un chico de 26 años, se mudó de Galicia a Barcelona con el objetivo de suicidarse, no entendía bien porque lo tenía que hacer en Barcelona, no comunicó sus planes a la familia, al paso de los días, la madre le dice por teléfono “Pues mira, mi padre también estuvo allí en la postguerra en abril de 1943, duró poco, se regresó a Galicia”, entonces sospechamos que algo había ocurrido en Barcelona con el abuelo, algún secreto, alguna tragedia… ¿Qué hacer cuando no tenemos información? Hacer una carta de duelo: “Querido abuelo, no sé qué ocurrió en aquella época de la vida, si por alguna razón estoy haciendo algo inconsciente para darle sitio, para reparar, para trascender aquello que viviste, estoy disponible, si algo sale bien en mi vida, será para honrarte”. Como anécdota, le pregunté si había leído “El Quijote”, me dijo que no, “eres afortunado”, le contesté, es la prueba de que la vida todavía puede sorprenderte, entonces le regalé un ejemplar, para que lo leyera antes de suicidarse… el spoiler literario es que, El quijote se cura de su locura en Barcelona.

Sin duda, es una suerte poder conocer cuándo han tenido lugar los acontecimientos familiares asociados a la vida y a la muerte; a qué edad o en qué momentos de la vida nuestros antepasados enfrentaron situaciones concretas o padecieron enfermedades y accidentes; fechas de fracasos económicos familiares, fechas de acontecimientos telúricos, históricos, etc.

Formamos parte de un sistema familiar que tiene muchas memorias disponibles para contemplar y también para repetir a través del síndrome del aniversario, esas memorias, a veces tienen forma de mandatos familiares que rigen nuestras vidas. En el mismo instante en que somos concebidos, recibimos un legado transgeneracional que, por supuesto, nadie nos ofrece la posibilidad de rechazar. Esa herencia inconsciente, estas memorias disponibles nos conectan con el clan familiar y nos atan a sus mandatos inconscientes; pero especialmente a las cargas transgeneracionales y a las circunstancias de ciertos antepasados con los que, por fecha de concepción, nacimiento o muerte, quedamos unidos de manera intangible a través de una afinidad o una lealtad invisible. En ese legado transgeneracional están incluidos los acontecimientos traumáticos padecidos por las generaciones anteriores, sucesos que quedaron sin saldar.

«El inconsciente tiene buena memoria y marca los acontecimientos importantes del ciclo de vida por repetición de fechas o edad” (Anne Ancelin Schützenberger)

El análisis de las características del legado transgeneracional que recibimos nos ofrece la posibilidad de conocer y comprender el sentido y las razones de la existencia de un Síndrome del Aniversario. Sin ese estudio, el Síndrome del Aniversario no pasaría de ser una rueda confusa de repeticiones aparentemente inconexas y carentes de sentido. Sin embargo, el estudio transgeneracional permite comprender a qué se debe y qué está buscando el inconsciente familiar con este Síndrome en cada caso particular. A través de esta interpretación sistémica del clan que es el estudio transgeneracional, se buscan situaciones repetitivas, identificaciones, proyecciones, dramas familiares, fechas, accidentes y muertes que tienen lugar en circunstancias y situaciones similares. El trabajo con el genosociograma, o circunstancias biográficas que conforman la novela familiar del clan, permite precisamente hacer conscientes esos vínculos con el pasado para poder evitar su repetición tanto en la generación presente como en las futuras. El objetivo es liberar al clan de ataduras negativas de origen transgeneracional que toman cuerpo en forma de enfermedades, accidentes o muertes y que responden a conflictos no resueltos.

Detrás de cualquier Síndrome del Aniversario se puede esconder un duelo pendiente, un trauma o un secreto familiar. Pero también aspectos festivos y jubilosos de nuestra historia familiar que también nos permitirán disfrutar muchas cosas. Tuve el caso de un insomnio de una persona, tenía la misma fecha de nacimiento que su abuelo materno, un juerguista que murió de “parranda” en una madrugada, ella no refería el insomnio como algo que le molestara, de hecho, en el insomnio ella se percibía feliz, lo único que al día siguiente debía trabajar. Pudo comprender que se había “apropiado” de la parte lúdica del abuelo, de alguna manera, ella estaba despierta a las mismas horas que el abuelo se estaría divirtiendo.

En lo que respecta a la memoria trágica, estará relacionada con hechos traumáticos con enfermedades, adulterios, herencias, abortos, suicidios, robos, etc. Debemos comprender que el inconsciente familiar es un complejo sistema de conexiones en el que entran en escena todas las vicisitudes vividas, sentidas y reprimidas por cada miembro del clan del presente y del pasado. Asimismo, debemos tener en cuenta que en cualquier clan familiar se repiten muchas circunstancias y vivencias, además de nombres y profesiones. Se generan, de este modo, escenarios similares en los que actúan personas que, no olvidemos, portan inconscientemente legados transgeneracionales que les conectan a las generaciones precedentes. La comprensión de estas circunstancias hace posible interpretar el Síndrome del Aniversario no como casualidad o coincidencia sino como el resultado preciso de conexiones que se activan en el inconsciente familiar para revivir y solucionar traumas pendientes.

Conocer y, sobre todo, comprender cómo funciona, a qué responde y qué representa un Síndrome del Aniversario permite adquirir un nivel de conciencia superior sobre las dinámicas activas en el clan familiar para poder eludir futuros sufrimientos, enfermedades e incluso muertes. Desde los estudios pioneros que en su día realizó Hilgard quedó demostrado que el solo hecho de tomar conciencia sobre el origen y las circunstancias de las que surge un Síndrome del Aniversario permite desactivar o mitigar sus efectos. No obstante, la desactivación sólida y definitiva de sus efectos presentes y futuros requiere adentrarse en el inconsciente familiar a través de uno de los integrantes del clan familiar para realizar los cambios precisos, básicamente consistentes en el cambio de creencias e informaciones asociadas al trauma o la elaboración del duelo o duelos pendientes, realizando actos y rituales simbólicos que el inconsciente, que no distingue entre lo real y lo simbólico, aceptará y asumirá como verdaderos.

Aunque el Síndrome del Aniversario responde a legados transgeneracionales que contienen duelos y traumas pendientes que asumimos de manera inconsciente, ¿a qué dinámica responde este Síndrome? Cuando somos concebidos, las conexiones invisibles presentes en el inconsciente familiar deparan afinidades y lealtades inconscientes que suponen para el receptor una suerte de contratos o códigos que influirán en su vida bajo la forma de creencias y tendencias. Esas creencias se convertirán en una especia de filtro que condicionará su evolución en la vida. Todo contrato implica el desempeño de una función o un mandato. También supone un compromiso respecto a algo o hacia alguien. Puede tratarse de compromisos horizontales, cuando están referidos a colaterales (pareja y hermanos) o verticales, si vincula a familiares de distintas generaciones. Cualquier contrato inconsciente asignado por el clan supone para el receptor la asunción de una lealtad invisible. Aunque somos organismos evolucionados, los seres humanos somos también, ante todo, organismos biológicos primarios y reaccionamos como tales. En nuestra memoria biológica está muy presente que el clan nos aporta identidad, seguridad y mayores posibilidades de supervivencia. Sin ese vínculo con el clan, los peligros se incrementan y la supervivencia puede correr un serio peligro. Es precisamente ese miedo profundo –biológico- que implica la posible desconexión con nuestro clan el que nos lleva a asumir como propias esas lealtades inconscientes asignadas por el clan, incluso aunque éstas nos condicionen y lastimen.

El clan ejerce su autoridad inconsciente sobre nosotros para preservar la supervivencia del sistema. Aceptamos sus mandatos por nuestra necesidad de ser reconocidos como miembros de este. Toda iniciativa de un miembro del clan hacia su individuación representa para el clan familiar una posible deslealtad y una amenaza implícita que pone en peligro su supervivencia. El clan familiar amenaza al disidente y éste, aun a pesar de sus intenciones iniciales, probablemente acabará plegándose a seguir viviendo la vida que le han asignado dentro de unos cauces preestablecidos que limitan y frenan su evolución.

Las lealtades y los contratos inconscientes tienen el objetivo de minimizar o anular cualquier posible alteración que desestabilice al clan. Porque la dinámica interna del clan familiar, como sistema conservador, se rige por los contratos asignados a sus miembros y por las obligaciones que éstos asumen. Las expectativas individuales no son prioritarias frente a los mandatos y las necesidades del clan. El individuo interactúa constantemente con los otros miembros del clan; pero siempre en una relación de dependencia respecto a los mandatos inconscientes que recibe del sistema y respecto a los contratos, también inconscientes, que han asumido y desarrollan otros miembros del clan.

Cada clan familiar cuenta con su propio sistema de lealtades que estructura las relaciones intrafamiliares, regula la pertenencia al grupo y penaliza los intentos de disidencia. Debe observarse, asimismo, cómo esta dinámica de las relaciones en el clan familiar se alimenta constantemente. El inconsciente familiar se alimenta de las lealtades inconscientes que sucesivamente van adquiriendo las distintas generaciones. Así como en un momento dado los padres asumieron los contratos y códigos inconscientes impuestos por el clan, los hijos asumen sus propias lealtades inconscientes para preservar su identidad y territorio en el clan. Es de esta manera como se mantiene vigente y se transmite el Síndrome del Aniversario.

Síndrome del Aniversario y sociedad.

El síndrome del aniversario lo podemos observar no solamente en los relatos familiares, también lo podemos corroborar en acontecimientos históricos, la historia de la humanidad está llena de efemérides encadenadas por las fechas. Pongo algunos ejemplos.

11 de septiembre:

1541 destrucción de Santiago de Chile – 1973 Asesinato de Salvador Allende

1609 expulsión de los musulmanes de España

1714 caída de Barcelona bajo las tropas borbónicas

1857 la tragedia de Mountain Meadows en Utah, y en la cual fueron asesinados 120 pioneros y pioneras

1922 el reino unido promete el territorio en palestina a los sionistas europeos

1966 Gandhi anuncia sus planes de independencia

1972 el grupo terrorista “septiembre negro” asesina a 11 atletas en Munich

2001 el atentado de las torres gemelas

19 de abril

1943 alzamiento del Gueto de Varsovia

1993 el asalto en Waco Texas en la secta de David Koresh

1995 el atentado en Oklahoma por Timothy McVeight un excombatiente de la guerra de Irak, fue participante de la masacre perpetrada por el ejercito estadounidense sobre civiles y militares iraquíes, muchos de ellos enterrados vivos

1999 la tragedia de Columbine, dos adolescentes hacen una matanza en la misma época en la que Bill Clinton y la Otan estaban bombardeando a la Ex Yugoslavia.

ABRIL DE 2020

Actualizo este documento en medio de un confinamiento global por la epidemia del coronavirus, y la Dra. Esther Fernández Mostaza nos invita a que reflexionemos, que, de alguna manera este confinamiento, nos une a otros confinamientos que han ocurrido en nuestra familia y en la humanidad, en estas mismas fechas a finales de los años 90 millones de personas de Europa del este estaban confinadas por la guerra de los Balcanes, en estas mismas fechas, fue cuando los judíos del Gueto de Varsovia se organizaron para alzarse finalmente el día 20 de abril. Sin duda, todos tenemos en nuestra familia, alguna persona que ha estado confinada en una “institución total” de aquellas de las que hablaba Erving Goffman, de tal manera que este confinamiento personal tiene una vinculación familiar con alguien que ya estuvo en un hospital, una prisión, un psiquiátrico, un cuartel, un convento, un internado, un orfanato, etc. al preparar este documento algunas amigas me han compartido historias interesantes: muchas de ellas hablan del encierro que tuvieron que vivir muchas familias en la guerra civil, muchos han recibido información de sus antepasados que vivieron en la época de la gripe española; una amiga me explica que en Menorca hay una calle que se llama “Qui no passa”, una pequeña calle de Ciutadella que en una epidemia de peste de confinaron del todo y el carruaje que recogía los cadáveres de la ciudad, por allí no pasó. Allí también se encuentra la pequeña isla de Lazareto, un espacio construido en 1793 para confinar a los que llegaban en Barco a la isla. La madre de una amiga estuvo prisionera en un campo de concentración de Indonesia en la segunda guerra mundial, mi amiga tiene el nombre, profesión y fecha de nacimiento de la abuela materna, ha descubierto sorprendentemente que a la misma edad que tiene mi amiga ahora, la abuela y también la madre que era una niña, estaban confinadas porque el 28 de marzo de 1942 los japoneses entraron definitivamente en Sumatra. Otra amiga me explica que su familia -muy grande, por cierto- están viviendo el confinamiento con una cierta paz, cuando me explica que su abuelo materno estuvo con sus dos hijos varones en la prisión, que hubo familiares en el campo de concentración, algunos en un convento, etc. entonces comprendo que hay confinamientos “dulces” y confinamientos “angustiantes”. Este confinamiento que vivimos, revive memorias colectivas y memorias personales. Algunos que dicen «Yo lo estoy viviendo muy bien» seguramente han conectado con otros de su clan que vivieron algo similar, alguna reclusión en una institución total, y esta es la oportunidad de repetir la historia sin tragedia, a otros, por el contrario, es posible que se les remueva la angustia de los que vivieron situaciones similares. Por supuesto en estos días me han explicado muchas historias sobre la gripe española. Una de ellas muy impactante, es la de el abuelo de un amigo, se contagió de la gripe española a los 10 años y arrastró toda la vida problemas pulmonares, murió finalmente a la edad de 40 años de una tuberculosis, mi amigo tiene ahora 40 años, un momento fascinante para reparar y darle dignidad a la historia de ese abuelo, no lo hará muriéndose, lo hará -y lo está haciendo- con una profunda transformación interna.

LA GRIPE ESPAÑOLA Y EL COVID19

En las redes sociales circula una información que relaciona la peste de Marsella de 1720, la epidemia de cólera que empezó en 1817 y que tuvo muchas oleadas posteriores, la gripe española que empezó en 1918 y la epidemia actual. Hemos de puntualizar de que, entre estos cuatro acontecimientos ha habido otros brotes epidémicos, aunque sin duda, un confinamiento y alarma mundial coincide cien años con la gripe española. Es bueno hacer algunos matices respecto de estas cuatro epidemias.

La epidemia de 1720 estuvo restringida justamente a la ciudad de Marsella, no tuvo una repercusión internacional; la epidemia de cólera, como ya lo dije arriba, se prolongó en el tiempo, con varios picos que llegaron hasta el siglo pasado, en la década de los 90 todavía causó estragos en Latinoamérica. Desde el punto de vista sistémico, todos los hechos están relacionados, aunque no conozcamos la pauta que los conecta, en estos días de abril, aparece un artículo en el periódico “el país” que nos habla de “La epidemia de Justiniano”, un brote de Peste bubónica que asoló al mundo conocido entre los años 541 y 544, desde China hasta las costas de lo que hoy es España:

“Una pandemia que llegó del extranjero y que se extendía rápidamente desde los puertos adonde arribaban los pasajeros infectados —asintomáticos o no—, sin ningún remedio médico disponible que pudiese pararla, todos los habitantes confinados en sus casas para evitar contagios, la paralización total de la economía, el ejército vigilando las calles, médicos contagiados trabajando hasta la extenuación, miles de fallecidos diarios sin enterrar durante “muchos días porque quienes cavaban ya no daban abasto…». No es la crónica del coronavirus que afecta en 2020 al mundo. Es el relato que Procopio de Cesarea realizó del brote de peste bubónica que asoló el mundo conocido entre el 541 y el 544: de China a las costas de Hispania. El estudio La plaga de Justinià, segons el testimoni de Procopi, (La plaga de Justiniano según el testimonio de Procopio), de Jordina Sales Carbonell, investigadora de la Universidad de Barcelona, ha devuelto a la actualidad este relato de hace 1.500 años, con moraleja. “A día 1 de abril de 2020, determinadas similitudes y paralelismos del comportamiento humano frente a un virus y sus consecuencias nos parecen tan cercanas y actuales que, a pesar de la tragedia que estamos viviendo en primera persona, nunca podemos dejar de maravillarnos de cómo se repite la historia”

ALGUNAS COINCIDENCIAS PECULIARES

Händel y Jimmy Hendrix vivieron en la misma calle Brook Street de Londres, los separó el tiempo y una puerta.

Guillermo Borja, ese gran terapeuta mexicano que escribió el libro “La locura lo cura” murió el 10 de julio de 1995, alumno y amigo de Claudio Naranjo, quien a su vez lo consideraba su maestro, Claudio Naranjo murió el 12 de julio de 2019.

Hahnemann nació el 10 de abril de 1843, es el personaje histórico más importante para mi vocación, pues bien, mi padre murió un 10 de abril de 2016. También un 10 de abril murió un médico que fue clave en mi formación profesional, el Dr. Francisco Esparza

Mi padre se llamaba Vicente, tres meses antes de morir él, yo estaba en Menorca, alternaba mi estancia en Zacatecas con atender a mi trabajo, ese día estaba pensando que quizás ya me debería instalar en Zacatecas hasta que ocurriera el desenlace, entonces conocí a un señor que se llamaba Vicente y que había nacido el mismo año que mi padre con dos meses de diferencia. Todo estaba conectado.

Todo está conectado, aunque no siempre conozcamos la pauta que lo conecta.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *